lunes, 6 de junio de 2011

Ulises. James Joyce


"Un dolor, que no era todavía el dolor del amor, le roía el corazón. Silenciosamente, ella le había acercado en un sueño después de morir, con su cuerpo consumido, en la suelta mortaja parda, oliendo a cera y palo de rosa: su aliento, inclinado sobre él, mudo y lleno de reproche, tenía un leve olor a cenizas mojadas. A través de la bocamanga deshilachada veía ese mar saludado como gran madre dulce por la bien alimentada voz de junto a él."
Bueno, pues le toca a Ulises... "obra cumbre de la literatura", archiconocida por todos y criticada por muchos. Por difícil de leer, por difícil de entender.. por casi todo. A lo que yo suelo responder... "Pues a mí Ulises me gustó".
Esta vez sí, lo primero toca contar el argumento, que mucha gente, sobre todo aquellos que la critican, desconocen y es que estamos ante una obra de la que todo el mundo habla como si la hubiera leído.
Nos presenta a Leoplod Bloom, un judío casado, con un hijo adoptivo, hombre de negocios, y sin ningún rasgo sobresaliente inicialmente y nos cuenta un día cualquiera de su vida. Y ya está, ha sido fácil resumir una obra tan densa, verdad? Ah sí, vive en Dublín. Por cierto que el día que vive, un 16 de junio, se celebra como "Bloomsday" por los admiradores de Joyce (yo no llego a tanto).
Uno de sus rasgos más conocidos es la desestructuración conjunta, ya que, cada uno de sus capítulos esta escrito con una técnica diferente. Rareza que culmina en el epílogo, escrito sin un solo signo de puntuación para reflejar el pensamiento del protagonista o alguien entona sus pensamientos? Nos encontraremos además con múltiples referencias a la Odisea y con un lenguaje técnico para coloquialismos que nos harán pensar que estamos cayendo en la burla. Es incoherente, permanentemente basado en el pensamiento interior a la hora de narrar pero si nos paramos a pensar... quien no ve por la calle un coche azul y de repente se para rememorando el primer coche que tuvo su padre donde nos llevaba a todos de vacaciones? Pues esta deriva la que queda plasmada a la perfección en la obra de Joyce, algo que todos hacemos diariamente y que nos resulta extraño ver escrito. Además tenemos juegos de palabras, bromas, mensajes cifrados y más referencias a la literatura clásica. Es, en definitiva una verdadera odisea de obra.
Gracias
PD Tengo que confesar que cuando llegué al capítulo cuatro algo encajó en mi cabeza y empecé a entender bien el libro que estaba empezando a resultarme extraño y decidí darle otra oportunidad. Es decir... volví a comenzar, y la lectura que hice no tuvo nada que ver con la primera.

1 comentarios:

Daniel dijo... [Responder]

Hace algún tiempo lo empecé, aunque no lograba entenderlo. Pero le voy a dar otra oportunidad (y a mi también), es un libro que si o si me leeré.